Hazme callar.
Verbo de las brasas, predicado sin sujeto.
Ya te vislumbré en la lejanía presente. Hilado.
Hincaste tu boca en mi boca, y tus ojos en mis ojos, y sacrificaste el cielo en... Me naciste en el estigma de Caín; me concebiste, Verbo, vendada en una monarquía condena, bajo lo que creí surcos de hiedra enredada.
Hazme callar, Inquisidor.
Hilando espacios errantes.
Eres un niño ritual en la lividez, jerárquico de piel y sadismo. Mi narrador. Sin mal ni bien, pretendiendo la liberación entrelazada. Mi narrador, soy un aborto de voluntad extraviada.
Transladada en tu lirismo veneno.
Realistas y desgarradores versos.
ResponderEliminarNos leemos.
Besos ;-)
jo-der¡¡¡
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