jueves, 15 de diciembre de 2011

13

El martes conocí a la Otra del espejo.
Se llamaba N.

Me dijo que tenía miedo y le pregunté '¿qué temes, N?'
Ella miró a través del reflejo justo cuando yo me movía para observarla...
'Te temo a tí'.

No lo pensé dos veces; me levanté y golpeé mi cráneo contra el espejo.

                                                            'Y con razón, querida. Debes temerme'.