El desfile peso de mi cuerpo
aumenta a cada arrastre
de un pie
hundido
y otro
añade piedras
al lastre
Que me pesa el centro existencial
y cada albor
amarre
es herida de una noche
que no aclara
Pesa el iris
plomo
las mejillas nubladas
asfixiadas del todo
Pesan hastiadas
ulceradas
las embravecidas
ganas de nada