jueves, 12 de diciembre de 2013

El desprecio I I

Pensé enviar un ramo de flores
a tu entierro
pero
ha resultado
que la tumba que visito
es mía
y
la miseria que ya no siento
es
la que te dejo
en herencia.

Amigo,
yo estaré muerta
pero,
tú te pudres
vivo
y
debo decir que
las cartas  de cuerpo
que escribo
me las llevo
tachadas.

Lo siento
por tu consuelo
y
lo siento
por lo que
nunca
ya
podrás.



lunes, 9 de diciembre de 2013

El desprecio I

Verás:

Será la última vez que mire
y no sea
capaz
de
escupirte.

Mejor es que te haga
una guerra
y matarte
a permitirte
puta indiferencia
resbalando
por mi cara.

Yo ansiaré
vulcana apatía
para mis noches
extranjeras.

Pero, criatura,
nunca
serás
la culpa.





miércoles, 27 de noviembre de 2013

Él  pensaba que todo
era suyo.

Él creía que todo lo era.

Las raíces habían sido su invento
igual que la luna,
igual que la piel.
El tiempo y las doce
no eran.
Eran suyas.

Él y la inocencia.

La sangre de un corte
no era, 
él decidía que existiera.
No sabía que existiera.

La sangre de otros
era suya.
La sangre de otros
no era.

Corría la sangre
cuando se suponía triste.
Que era su misma tristeza.
Derramaba la sangre suya, 
derramaba la sangre ajena.

Él lo entendía.
Él no entendía.


Él que era creador,
se ahogó en sangre ajena.






viernes, 1 de noviembre de 2013

miércoles, 30 de octubre de 2013

Noche/Madrugada del 30-10-13

Acabo de fumarme un cigarro, junto a la ventana sacrílega del fondo este de mi habitación.
Si no hay cenicero, acostumbro a dejar caer los restos en un trozo de papel, que después estrujo y tiro.
Hoy resulta que corre un poco de viento.
Al echar las cenizas sobre el nido, éstas han comenzado a supurar una herida, arrasada y corrosiva; que con hermosa ansia, deshilaba la carne blanca.
Lo he doblado y redoblado, pero el calor de la llama seguía advirtiendo mi mano.

Ha quedado grabado en mi memoria el segundo primero de la extensión devastadora; el ocre lamiendo suavemente, diría que amorosamente compulsivo, la celulosa; sí, que es como una piel.

Cigarro tirado,he dejado el pobre manojo al pie de la ventana. Y ahí sigue deshaciéndose, víctima de la corriente fría de acontecerá estos días venideros.
El olor a quemado es ahora el olor de mi habitación. Y ahí sigue, descomponiéndose al otro lado del cristal.
Lo sé porque observo el vestigio de humo que se escapa propiamente de su interior. Y el aroma, como estigma permanente.

Yo sigo escribiendo, mientras mi trozo de papel arde y no lo escribo por mero capricho.
Esa maldita mierda ardida tiene que ver conmigo.


Pero mañana, cuando despierte y abra la ventana, y mire al pie, no encontraré nada: ni papel, ni llama, ni ceniza, No encontraré nada, ni siquiera el puto olor que ahora, y en este mismo instante perfuma cetrino y casi eterno, mi habitación.





viernes, 25 de octubre de 2013

Mea colpa

No me mires así,
como esos, aquellos perros que miran
salpicados de tierra tierna,
mojada
los quejidos parnasianos
de una presa
horizontal.

No me mires así,
Canino
que tú no juegas con ella
como lo hacen crueles los felinos,
tú pides perdón
por una culpa
donde no existe cazador.

Créeme.

La dermis no se vuelve blanca,
la boca no se vuelve roja,
las montañas no se mueven.
La misa no es sagrada,
ni tus palabras
son altar.

No es culpa mía
que creas que me acerco a tu oreja
por ardor o lascivia
cuando, ya sabes,
es más bien cosa de melancolía
e insidia.

Y

¿Qué le hago yo,
si soy la de las manos frías?
No me mires así,
Canino.

No es culpa mía
si crees o piensas que
soy tristeza desvalida.

O una señal inversa.

No, Canino,
créeme
no es culpa mía.





sábado, 12 de octubre de 2013

Quería (quiero) tan sólo intentar vivir lo
que tendía (tiende) a brotar espontáneamente
de mí. ¿Por qué había (es) de serme
tan difícil?

                                                                     H.H.


jueves, 3 de octubre de 2013

miércoles, 2 de octubre de 2013

La hondonada creciente

Inicua
la mascarada
del espíritu vulnerable

detestable en los ojos enrojecidos

Inicua
la venganza
del cuerpo en el púlpito

con la piel a punto contradicho

Vacua
la comedia
en la comisura
de tus labios

Vacua
tu mano miserable
hondonando
bajo mi falda

Pretenciosa la sal

Silenciado el chillido

salvo por lo literal
de su sonido

Y peligroso
el mundo decreciente

a nuestros pies


sábado, 21 de septiembre de 2013

Mira abajo

Ancestra posibilidad
de captar al que mira
se hace prohibida
cuando prima
la soledad entera

el vaso sendero
reflejado destilado
y agujero
arrastra el carácter
puro y más primigenio
al vértigo
desde su balcón
que manifiesta llamando
desde lo más bajo
desde lo más reflejado
tu nombre
viperino y saturado
y es
interrumpido
por líquido esparcido
del metro último

privilegio fatuo de la llama
incandescente
y arraigada
de un sentimiento vespertino
que chilla
más que huye
cuando ya no queda
nada más
que nada.



viernes, 13 de septiembre de 2013

Lo fui, y no lo supe

A prebenda de Satán
Naturaleza
que en este mismo infinito existencial
ruge con cándida furia,
me debo niña casi completa;
mas aún no.

Falta saltar
de lo que dijo.

El dolor me llega
desde el núcleo pélvico
y concluye probablemente
en la flaqueza
nubla
del frontal cerebro.

Casi respiro completa,
ahora que se ha calmado
el clamor borrascoso
de las flores y la ironía
que puedo
ansiar.

No sé. No sabía. No sé nada.


                                                      Una vez fui salvaje,
                                                      no permitiré que me domen.


                                                                                                               i s ra   d n ca n





martes, 13 de agosto de 2013

Primero actúa hermosa la lírica

La definitiva decisión,
de un revólver en la sien,
poetiza unos rayos lumínicos,
reflectados y místicos
en el trote afilado de un chacal,
quizás de un búfalo cansado,
eclosionando evidente
en el polvo terroso y límbico,
de un desierto ambiguo,
puede que salpicado 
de un matiz violento,
rodeado de incoloro antiséptico.
Pero es lírico y hermoso
el extraño impulso insidioso
de alentar al gatillo
al desahucio de una puerca existencia,
triste y probablemente errada,
cuya habitante alma joven 
y ansiosa revienta
probable que en un rostro aún más ingenuo.

Esuúcha, hija, catástrofe y ruina

no llores, 
primero actúa hermosa la medianoche,
y la tormenta podría llegar más tarde;
así que no llores corazón,
que el cuerpo muere antes;
y al alma, más si es errada y joven, 
se le permite evocar,
gentil y pura,
el más triste de los últimos suspiros.


miércoles, 31 de julio de 2013

Río que es juicio

No quedan tiempos inocentes
bajo el agua
presa.

La ducha traduce un viejo confesionario,
río y llorando bautismos diarios;
que sus claustros sudan penas, bramidos
de aquellos caracteres indómitos.

Que me apoyo en esas paredes mártires
y chillo.

Que me apoyo,
miento
y me ahogo.

No siendo un río de agua sagrada, sino
un flujo hundido,
la mueca del alma se torna
de color pesado y podrido.

Y sufro con ellas.

Limítate a la muerte 
rocían sus entrañas.

Y miradas que son heridas.






martes, 9 de julio de 2013

Viajera

Sólo recuerdo existencia en la noche,
salvando los ojos ajenos. Transitados y torpes.
Cada inspiración, un salto al vacío,
tirante de un hilo conductor inalcanzable al suelo.
Serena inmóvil, inducida al lenguaje, que lentamente,
lícitamente
suavemente
redime el fin del resto.

Sólo sé que parpadearon aquellas luces.
Sólo recuerdo existencia entre unas paredes que viajaban en movimiento, y aquella vez que miraste y miraba el techo derramar flujos atroces.

Y mientras parpadeaban, la densidad del negro profundo
caía
suavemente
lícitamente.

Existían las luces.

Y serena inmóvil, me supe decir
sola y densa.




jueves, 13 de junio de 2013

Ayer esos hermosos polvos que en polvo quedaron

He recordado la infinitud de una línea continua, dibujada sobre el manto asfalto y desierto. Quizás era madrugada, que los faros iluminaban ese destino guía con la luz de cada centímetro presente. Yo llevaba una botella de algo peligroso, que posaba en tus labios de matices segregados. Sí tú, inabarcable loco, eras el que dibujaba la línea continua entre mis piernas. Conductor kamikaze, veloz y eufórico animal por ese asfalto que Dios sólo sabe.
Los espíritus sollozaban a nuestra costa, que pobres sin consuelo, lamentaban nuestros nombres. Y nosotros, nosotros sólo amábamos el veneno que sugerían cetrinas nuestras carcajadas, cada vez más perturbadas.
Dejaste de lado el volante para salvarme. Socorriendo mi detestable hambre subterránea. Siendo tuya y devota, Mesías, con tu piadosa violencia; nos quemábamos sin pureza ni dicha. Transgredidos y desbocados en nuestro altar.
El coche erraba solitario, decidiendo cabalgar por el sur límite de nuestros costados.

Y nosotros caímos, nos quemamos; nos inmolamos en un fuego profano y sempiterno, como tú, como yo, como nuestra hambre y nuestro absurdo. Reencarnados en furia como lobos sanguinarios.

Y al amanecer, cantaban nombres los pobres espíritus, a aquellos rostros ceniza , huesos esteparios, implosionados rabiosos en su sacra pira.





domingo, 9 de junio de 2013

φίδι

Cala el sucio frío de los ojos de Circe, que es hechicera proscrita entre rascacielos y teclados. Da igual que tiempo o época subordine el mundo; el sucio frío de los ojos de Circe seguirá doliendo igual.

La conocí por casualidad, no sé en qué centímetro pretérito, que ella me agarró del cuello y me miró a los ojos, con el desafío animal de las arcaicas criaturas griegas.
Numen del Stigio, la invoco, porque esas manos fueron cinceladas para corromper lo incorruptible. Y ese hielo, para helar lo ardiente, y convertirse en fuego ardido, así, en participio.
Circe me sostenía entre las manos, con los dientes asomando, y las uñas clavando hijos de ira sosegada. Circe sonreía y Circe abrió la boca, que era cruel y hermosa, y la abrió ansiosa, porque Circe tenía hambre.

Y ya imaginarás cómo acabó todo. Dentro de ella, de esta bestia mística, hace frío.
Pero nada comparado como cuando vuelve los ojos hacia sus vísceras, hacia nosotros,
puesto que dentro de sus entrañas, no; no estoy sola.



miércoles, 5 de junio de 2013

l o s t (como la serie)

Hijos y descendientes. Ramas y raíces.
De muchos arquetipos, los hay:

- Hijos de papá.
- Hijos enfadados.
- Hijos de la calle.
- Hijos del rock y las drogas.
- Hijos de puta,
  de su puta madre
- Hijos sin hijos.
- Hijos sin padres.
- Hijos sin vida,
  que con un bang...


" ¿Qué pasa colega? Vivo del rap, mi puta poesía y mamo las tetas de la calle tía, ésta es mi casa, mi         jungla. Cojones, ¿qué miras? ¿qué pollas te pasa?"


Y frente a esto, bajó Dios en su misericordia,  para decirme y nombrarme:

Cría Anonimata




jueves, 23 de mayo de 2013

La línea púrpura

A sabiendas de mi paralelismo al techo,
él era yo, y yo era él.
Comunión en una imagen fija,
la línea y el cuerpo. 
Y acallada voz
la tuya. 
Criatura. 

Y a sabiendas del riego sanguíneo;
que regará tus espacios,
que regará tu nombre,
que es mi nombre.
Teme la sangre,
que es tu sangre.

Violento sagrado,
mayúscula y cursiva
en mi lirismo, criatura;
yace lenta y desoladamente,
lívido y callado.

Y cuando desvaída,
la imagen fija de línea y cuerpo,
temeremos la sangre, que es nuestra sangre,
que es mi nombre (tu nombre)
y derramaremos los espacios.

A sabiendas de tu nombre, criatura.






jueves, 9 de mayo de 2013

Saturno cierra los ojos

Ophelia deliraba. Dios sabrá por qué, pero Ophelia deliraba haciendo de su angustia una mortuoria saturnal de convulsiones y gemidos.
Ophelia estaba cetrina. Dejaba escapar de unos labios blancos y costrosos aúllos de cisne moribundo.
Pobre Ophelia, cantándole al final.
El sudor se acumulaba en el glorioso espacio que formaban huesudas sus clavículas. Yo amaba esas clavículas con ardor.
Llovía en su frente, empapando la cabellera larga y enmarañada.
Ophelia suspiraba con la acidez de un vagabundo, moviendo espasmódicamente unos ojos que ya no pertenecían a este mundo. Nunca pertenecieron.
Y con ese aura mística de los mártires, Ophelia alzaba los brazos hacia el edén lánguidamente, como las sílfides románticas, muertas y vírgenes.
El sudario mojado en que se había convertido su camisón dejaba entrever un acantilado enfermo y unos montes abusados.
Pobre Ophelia, Dios sabe también que no podría haber hecho nada por ella. Y yo amaba a Ophelia, más muerta que viva. Convirtiéndose en la estampa de mi más ferviente religiosidad. Conviertiendo su cuerpo expirante en un puente contemplativo entre su espíritu y el mío. Y qué hermosa estaba, entre los brazos de la Noche.

Sí, Dios sabe que la amaba; y que nunca, jamás, podría haber hecho nada por ella.


sábado, 27 de abril de 2013

τέφρα

Ojalá fuera humo.
Inexistencia danzante en tu boca, furia
salvaje en tus recuerdos tormenta púrpura.

Exhalando el espíritu marchito y cenizo
sólo en tu boca hiladora
sólo en tu boca nociva .

Ojalá fuera humo, hilante,
Crónica en tu cáncer, sabia y salvaje;
y loca al borde de la soga amarte.

Hundido en el violáceo,
el humo marchito y cenizo
hila  saliva observante,

con ojos, tu boca danzante.
Ojalá fuera humo,
mendigo del silencio en palabras que arden.

Tocarse sin  tocarse,
mirarse sin  mirarse
y morir, sin  morir.


Ojalá fuera tu humo casi humo,
muerta, medio  muerta.
Exhalando tu espíritu marchito y cenizo
en mi boca hilante.

Con el ánima
furiosa, tormentosa , púrpura y salvaje.






jueves, 11 de abril de 2013

Vuelve a hablarme, planeta

De nómadas los puentes se visten. Los vistos entre resurgida, la vía resurgida. De nómada la voz se pinta, pero sigue resurgida en las liras ventanales.
Me cuesta narrarte, voz nexo en lengua atadura.
Decirte no puedo, hilante, no puedo.
De lengua aguja.

Y Plutón puente.


domingo, 7 de abril de 2013

Bang bang

         ¿Qué mierda les pasa a las nenas?
                                                    Porque provocaré un holocausto gracias a sus paridas.



lunes, 25 de marzo de 2013

La santa subsuelo

María dejó caer la venda en sus brazos
con la catatonia entre las piernas.  Creo que deliraba.
En cruz posaba su alma, pero invertida
la cruz, decía.
María sin piel, o en radioactivo caía
la piel barata en tus brazos.
En grave subsuelo,
de agua-tinta se  mecía
a flote.
La pobre María entre rejas frialdades
y cuchilladas sin piel , temía.
Déjala en su vacía absenta ,
a María de catatonia abyecta
sigilosa por las vías de subsuelo.  Oh, deliraba

sí, entre rejas frialdades, María invertida, de agua-sangre se reía.





miércoles, 13 de marzo de 2013

Braxs

Hazme callar.
Verbo de las brasas, predicado sin sujeto.
                                                     Ya te vislumbré en la lejanía presente. Hilado.
Hincaste tu boca en mi boca, y tus ojos en mis ojos, y sacrificaste el cielo en... Me naciste en el estigma de Caín; me concebiste, Verbo, vendada en una monarquía condena, bajo lo que creí surcos de hiedra enredada.

Hazme callar, Inquisidor.
                                                      Hilando espacios errantes.
Eres un niño ritual en la lividez, jerárquico de piel y sadismo. Mi narrador. Sin mal ni bien, pretendiendo la liberación entrelazada. Mi narrador, soy un aborto de voluntad extraviada.

Transladada en tu lirismo veneno.






sábado, 9 de marzo de 2013

Premio de la mirada hostil

La has cagado, encanto.

                                   Solo nos queda la hostia apática.
                                   
                                                                         
                              Que te jodan.

                                                   
                                                   


miércoles, 6 de marzo de 2013

El umbral

Cómo mira sus muñecas.
                        Poco más y las taladra.
                                                   Poco más y las engulle.


Y chilla en su aliento.
                        Poco más y respira.
                                                    Poco más y destruye.




Perviértela, reflejo, perviértela en la ventana mientras diluvia. A tu virgen vacía, cuyo cuerpo de chorrear, chorrea nada; (risas) de venas ciegas y lazos mudos se enamora. La muy errada.
Sucumbe en su ventana, reflejo. Un santuario de olvido solitario. No. De habano consumido. No. De humo sagrado.

                En su umbral de caduco albedrío, hazlo. Pervierte y arroja a la virgen chorreante.
                                                                                                              a tu virgen suicida.





   
                   

lunes, 4 de marzo de 2013

Hijos de puta, todos y todas

"Yo que todo lo prostituí, aún puedo
                                       prostituir mi muerte y hacer
                                                                     de mi cadáver, el último poema."


L.M.P


Fotografía: Vicente Cabido

miércoles, 20 de febrero de 2013

Traslation

La niña ausente me decían, de mirar cristales blancos, embobada enamorada . No me creas. Lo llevo bien, cuidadela transitoria, porque se vive en el camino.
Querría narrarte mis memorias de liguero y sudadera, entre cielos eléctricos y medias noches ebrias, pedalada por las calles. Al borde de esa ventana tuya, abierta y efímera, consintiendo a esta flaca salvaje. Mirando al revés la vida, pensabas. Desde las luces rojas y esquinas advenedizas te recuerdo. Más te anhelo.

Pero, mi querida Ámsterdam, esta vez vuelvo sola a tus venas.


sábado, 16 de febrero de 2013

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ayer te vi y me entraron ganas de suicidarme

Imagina una chica, vamos a llamarla V ; y un chico, B. Imagina también una situación:  V odia a B. El porqué es cosa mía. V va por la calle, andando, con la sudadera por las rodillas, muerta de frío. Un semáforo en rojo, un personaje delante suya esperando. V sigue por otro lado, ha tenido una reminiscencia. No, no es. Camina más rápido, los auriculares se le clavan en los oídos y el frío la azota sádicamente. Mira hacia atrás. El personaje deriva en su misma corriente, a lo lejos. ¿Es? V decide cambiar su ruta, no quiere parecer nerviosa, pero lo está. Más rápido. Ya está. Relaja el paso. Arranca la vista del suelo. Joder, no. El personaje aparece de frente, de frente y de la nada. Sí que es. Le palpitan las sienes. Mira. -Hola...-  Él ya la había visto, pero fingió sorprenderse. Claro que es; B en su total y plena presencia. -Hola, cuánto tiempo- Y tanto, el que me he dignado a evitarte. V estaba más o menos inmóvil. -¿Cómo te va?- Desvía los ojos hacia la farola. -Me va-  Hace que que no sé de tí, ¿Todo bien? ¿La universiblablablabla... - Preguntas de sí o no por respuesta. - ¿Estás bien?- Estoy - ¿Estás?- Sí - Me preocupas...- Está escrutándola, analizándola, intentando desnudar su psique. No lo soporto. V explota. Su furia obsequia en el rostro estupefacto de B un bofetón seco, cortante. - ¡A ver si te queda claro, de una puta vez! Déjame. Olvídame. No quiero encontrarme contigo, no quiero hablarte, no quiero saber de ti y no quiero que tú sepas de mí.  No quiero ser parte de tu vida, ni quiero existir en ella. No quiero que me recuerdes. No quiero ser nada, ni la mierda inaccesible de las esquinas  recónditas de tus odios olvidados, ni el silencio de tus ansias. Nada. ¿Oyes bien?      Nada.

Vacío. Me río. Claro que no, esto no ocurrió, pero V lo sentía más intensamente que la colgada realidad del momento. B se despidió con un sencillo bueno, cuídate y dos pasos más alejado de la pesadilla añadió - Llámame cuando estés libre...- Y fue en ese mismo y justo veredicto en el que V quiso cortarse las venas y desangrarse en su asquerosa miseria.
Dos personajes erraron, cada uno en su corriente, ésta vez sin compartirla. V esperaba no volver a hacerlo.

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La verdad es, que B nunca hizo nada malo, al menos destacado, dentro de los paradigmas de cualquier persona. Fue quizá su actitud canina, sus ojos melosos, la ternura implícita de sus palabras, el valor para declararse o el valor para quererla lo que suscitó en V una hostilidad cada vez más irrefrenable.
No, B no merece estos pensamientos. Pero aquí están, aflorando, como la sangre aflora  nacida de la cuchilla y V no siente remordimiento por ellos. Sólo los traga y los vomita. He aquí su catarsis.

lunes, 11 de febrero de 2013

A mi aún estrenada mayoría de edad le vaticino hecatombe

Podría excusarme con una falda no demasiado corta, pero lo suficiente para temer calles solitarias, y vestir una camiseta de encaje pálida, suelta. Recogerme los rizos con horquillas y flores, realzar mis labios sutilmente. Podría comprar unas medias caras y unos cuantos cigarros. Merodear tu calle como una gata.Apoyarme en la pared de tu habitación, mirarte y luego sonreírte.
Podría doblegarme a tus manos. Salir de esta soledad amada. Dejar que me escuches y vivir en tu camisa. Podría no llevar nada. Llorarte en cada calada y temblar en tus nudos de corbata. Sí, podría permitir que me abrieses y terminases. Sucumbir en tu nombre, alienarme en tu verbo y salir de esta soledad amada. Desnudar mi fragilidad de enfermo hueso amoratado, ahogarme en tu violencia pagada. Podría salir de esta soledad amada.
                                                 

Podría
salir
de
esta
orfandad
amada




sábado, 26 de enero de 2013

Plután

Loca.
                                                                               Que ahora te da por morirte.





viernes, 25 de enero de 2013

Hoy, nnddss...

Sdash.
Me he levantado con observar nuevo y el desengaño es férreo; se me ha hecho raro respirar. Que pobre de mí, que el desengaño es férreo.
Sdash-tash-dash.

Es como muy viscoso, respirar digo. Bajo el agua es distinto, se escucha el interior.
Dash-tash.

Será que en el agua acaricio mi meta. Con los dedos sinceros y la boca entreabierta te escucho.
Tash.

martes, 22 de enero de 2013

Demiurgo

-Puta- me dice, y yo me tumbo.
-Nada- me dice, y yo me abro.
-Cobarde- me dice, y yo supuro.

Sufro sus abusos                     y                         Él me recompensa.