domingo, 16 de marzo de 2014

Spleen II

Recordaré el fénix de fuego
que adorna imperial
este atardecer del día
que resulta
 ser 
un incipiente funeral,
pues 
lo siguiente que haga
será 
dar a mi vida
el honesto valor
de las cenizas.

Recordaré entonces,
la Luna devota y nupcial
pasear el cielo
con el deje febril
de las muchachas 
que danzan 
leves 
y apenadas;
y querré recordar entonces,
que bailé con ella
antaño
dando vueltas sobre mí,
con el rostro y las venas
ofrecidas
a su extraña luz 
de latina vestal.

Me preguntaré
dolorosa,
dónde quedaron
los  mandalas
sobre la noche y la arena,
y le preguntaré
por las huellas
que los pies dejan
en la propia piel.

¿Por qué aún quemas?







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